La campaña de excavaciones arqueológicas 2023 en Sa Mitja Lluna ha finalizado esta semana. Esta mina de cobre de la edad del bronce situada en la Illa d’en Colom es uno de los pocos yacimientos mineros de estas características en el sur de Europa, ya que la ausencia de trabajos mineros posteriores relevantes ha permitido una excelente conservación de la mina prehistórica. Su excepcionalidad le ha convertido en un
elemento clave dentro de la candidatura a Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Ésta es la séptima campaña que se ha realizado desde su descubrimiento, bajo la codirección de los arqueólogos Laura Perelló, Bartomeu Llull y María Calderon (grupo ArqueoUIB, Universitat de les Illes Balears) y Mark Hunt (Universidad de Sevilla). Como en años anteriores, la intervención ha contado con la financiación del Consell Insular de Menorca.
Todas las actuaciones realizadas hasta ahora señalan que nos encontramos ante una
explotación de cobre que abarca toda la edad del bronce (1800-900 a.n.e). Por tanto, ciertas comunidades prehistóricas de Menorca extrajeron minerales de cobre (malaquita, azurita, calcopirita) de la mina durante unos 900 años.
La investigación llevada a cabo permite reflexionar sobre las estrategias de aprovechamiento de las comunidades que frecuentaban la mina y es indudable que durante generaciones fue explotada, aunque no de forma continua. Los investigadores piensan que quizás era un trabajo temporal que se adaptaba a otros trabajos del campo en determinados momentos del año, tal vez condicionado por las condiciones meteomarinas o las necesidades de la comunidad.
Entre los materiales arqueológicos recuperados, destacan las
herramientas líticas. Desde pequeños morteros utilizados para triturar y seleccionar el mineral, hasta grandes mazas de minero para romper la roca donde se encuentran las vetas de mineral. Hay de muchos tamaños, dependiendo del trabajo al que iban destinadas. En la edad del bronce, los minerales de cobre eran esenciales para crear instrumentos metálicos, pero seguramente lo más importante era el valor simbólico intrínseco de estos objetos.
Los análisis de procedencia y distribución mediante Isótopos de Plomo han permitido proponer posibles relaciones entre los minerales de la Illa d'en Colom y metales amortizados en depósitos funerarios menorquines de cronologías similares. Pero la cuestión no termina aquí, estudios realizados sobre piezas de metal en las otras islas del archipiélago balear nos demuestran su relación con los minerales menorquines. Esto nos habla del
gran movimiento de objetos y personas que existía en la edad del bronce balear.
Desde el principio, los investigadores vieron que la mina de cobre de Sa Mitja Lluna tenía dos áreas de trabajo diferenciadas. En la zona norte parecía haber registrado un mayor movimiento de material. Los trabajos en esta área del yacimiento pusieron al descubierto la existencia de una trinchera excavada en la roca, siguiendo un filón de cobre que correría de forma más o menos paralela al acantilado, en dirección N-S. No es descartable que en futuras intervenciones aparezcan sorpresas en esta zona, como podría ser el hallazgo de pozos o galerías excavadas por los antiguos mineros.
Campaña julio 2023
Desde hace dos años, los arqueólogos han dedicado sus esfuerzos a excavar la zona sur del yacimiento. En un principio, la intervención en esta área de la mina se contemplaba como una actuación puntual que debía servir para valorar el potencial interés científico. En estos momentos, entender este sector del yacimiento es prioritario, y se piensa que la información arqueológica aportada será clave para comprender el funcionamiento de la mina y, lo más importante, a la gente que frecuentaba este lugar.
Tres peculiaridades caracterizan a esta zona sur:
- Oculto bajo las escombreras de mina se ha documentado una trinchera de características similares a las observadas en el norte del yacimiento, con la diferencia de que allí se intuía que había habido un gran movimiento de materiales, mientras que en el sur esto no se ha detectado hasta que no se ha excavado. Esta trinchera fue realizada por los mineros en dirección Oeste-Este, siguiendo la veta de mineral. Aún se desconocen las dimensiones reales de la trinchera, pero todo apunta a que estamos ante unos trabajos más importantes de lo que se había pensado hasta ahora.
- En esta zona del yacimiento se han documentado más restos cerámicos que en el norte, así como restos de fuegos. Aunque no se detectan hogueras u otro tipo de estructuras de combustión, estos restos son evidencia de que a pie de mina se realizaban otros trabajos como cocinar o almacenar agua, tal y como parecen indicar los tipos de piezas cerámicas.
- En algunas de las unidades estratigráficas más profundas, las herramientas líticas son más abundantes y las mazas de minero de grandes dimensiones más frecuentes que en la zona norte del yacimiento, llegando en muchos casos a superar los 15 kg.
De todo esto se puede concluir que las dimensiones de los trabajos de mina en la zona sur pueden ser iguales o más notorios que en la zona norte. Además, se documentan restos de cerámica vertidos entre las escombreras de mina que evidencian prácticas de subsistencia a pie de mina.
Teniendo en cuenta que tampoco se han encontrado estructuras de hábitat permanentes en la Illa d'en Colom, la idea de la
estacionalidad de los trabajos prehistóricos tiene más sentido todavía: un pequeño grupo desplazado unos días a este lugar prácticamente no dejaría evidencia arqueológica. Hasta hace poco, sólo se había visto el resultado del trabajo estrictamente de minería, pero parece claro que Sa Mitja Lluna todavía está llena de sorpresas esperando ser desenterradas.