A lo largo de las tres primeras semanas de octubre se ha llevado a cabo una nueva campaña arqueológica en el poblado de navetas de Es Coll de cala Morell, centrada en la excavación de la denominada Alberca Sur. Esta depresión artificial forma parte de una estructura hidráulica única en la prehistoria balear, formada por un conjunto de dos depósitos para la recogida de agua de lluvia situados en el centro del promontorio.
Con esta intervención de 2023 concluye el proyecto quinquenal en curso (2019-2023) en es Coll de cala Morell, durante el cual se han excavado las navetas 14 y 15 y la Alberca Sur, además de realizar trabajos diversos de restauración y adecuación en el yacimiento.
El poblado de Es Coll de Cala Morell está formado por unas 15 navetas de habitación. Estas construcciones son las viviendas típicas de gran parte de la edad del bronce en Menorca y Mallorca. El asentamiento cuenta también con una muralla defensiva y una construcción de función incierta, en la parte más alta del poblado. El lugar estuvo ocupado entre 1600 y 1200 a.C., antes de la época talayótica.
La construcción de la balsa que se ha terminado de excavar esta campaña se inició con la excavación de la roca natural, dejando un recorte con forma de cilindro elíptico, con unas dimensiones aproximadas en planta de 8 m y 4 m de diámetros mayor y menor, respectivamente. Dado que la superficie del promontorio presenta una pendiente significativa, la profundidad de la excavación es variable, llegando a más de 3 m en el extremo meridional. Todo el recorte interior se encuentra recubierto por un muro de aparejo isódomo, una técnica constructiva muy poco frecuente en la edad del bronce en Menorca. Este muro combina sillares de tres formaciones geológicas diferentes: dolomías jurásicas del propio sustrato del promontorio, pero también calizas miocénicas y calcarenitas cuaternarias traidas del interior.
El espacio entre el recorte de la roca y este muro se rellenó con una acumulación de arcilla, posiblemente para impermeabilizar el lateral de la alberca. El fondo de la balsa también estaba formado por una capa de arcilla, en este caso depositado sobre un enlosado de factura muy cuidadosa.
Los niveles excavados en el interior de la alberca estaban formados básicamente por materiales de relleno. Los hallazgos han sido escasos. Destaca la presencia de un contenedor globular de tipo pitoideo que descansaba sobre la capa de arcilla del fondo de la balsa. Este vaso se hallaba muy fragmentado pero conservaba todo su volumen. Desgraciadamente, cuando estaba a medio excavar fue objeto de un acto de vandalismo y, una mañana, toda la parte superior de la pieza apareció revuelta. Esto dificultará enormemente, o incluso hará imposible, el trabajo de restauración del contenedor.
Esta intervención forma parte del proyecto Entre Illes, que incluye también la excavación del yacimiento de Sa Ferradura (Manacor, Mallorca) y está impulsado por el Museo de Historia de Manacor, la Asociación de Amigos de este mismo museo y el Museo Municipal de Ciudadela-Can Saura. Las excavaciones en Es Coll de Cala Morell cuentan con la financiación del Consell Insular de Menorca y el Ayuntamiento de Ciutadella.