Bruno Parés es arqueólogo especialista en documentación virtual y reconstrucción 3D de patrimonio terrestre y subacuático. Licenciado en Historia por la Universidad de Barcelona, desarrolló sus conocimientos en Virtualización del Patrimonio en la Universidad de Alicante. Recientemente, ha realizado la documentación 3D de la impresionante sala hipóstila del Galliner de Madona.
¿Qué es lo que le cautivó de la arqueología para hacer de ella su profesión?
Siempre me ha gustado la historia y el patrimonio en general. De pequeño tenía muchos libros divulgativos de culturas de la antigüedad, de cómo funcionaban los castillos y barcos piratas, o sobre mitología griega. Todos tenían grandes ilustraciones e infografías que podía pasarme horas mirando y remirando. También en la tele, en ese momento, hacían series como Dragui, Historia de Cataluña o Érase una vez el hombre que hicieron que me interesara por saber más sobre la historia.
Los buenos museos también me marcaron desde muy pequeño, recuerdo una exposición temporal en el Museo de la Ciencia de Barcelona sobre un naufragio del siglo XVII. No era una exposición normal, la ambientación impresionaba mucho y utilizabas todos los sentidos. Obligué a mis padres a regresar varias veces. Trataba sobre los barcos hundidos, cómo afecta en su preservación el hecho de estar sumergidos y la información que nos da su estudio hoy en día, ya que son una cápsula del tiempo. Éste fue mi primer contacto con la arqueología subacuática.
Cuando empecé la carrera de Historia, cursé la asignatura de Arqueología subacuática, que me fascinó e hizo decidirme por ser arqueólogo subacuático. Uno de los problemas de la arqueología subacuática es el poco tiempo que puedes estar debajo del agua trabajando en el yacimiento, ya que estás limitado por el aire comprimido que llevas en la botella de submarinismo y la profundidad a la que estás. Así que cuando descubrí que existía una tecnología capaz de capturar con fotografías un objeto y, mediante un software, generar un modelo 3D idéntico en mucho menos tiempo que la documentación tradicional a partir del dibujo arqueológico, decidí apostar por esta nueva tecnología y aplicarla a la arqueología subacuática. Una vez descubrí las posibilidades de esta tecnología, empecé a aplicarla a diferentes yacimientos en los que trabajaba, no sólo subacuáticos, sino también terrestres. Y poco a poco también inicié la documentación 3D de objetos arqueológicos, las reconstruciones 3D y la impresión 3D… Actualmente, hago un poco de todo.
¿Y cómo empezó su relación con Menorca y la cultura talayótica?
Llegué a Menorca gracias a la documentación 3D subacuática. Un compañero y amigo con el que había trabajado en Cataluña, Xavier Aguelo, me contrató para excavar y documentar en 3D la última campaña del pecio de Binissafúller en 2016. Después de la campaña, estuve 15 días más haciendo la carta arqueológica subacuática de Menorca. Este hecho me permitió recorrer toda la isla y la conocí tanto por tierra como debajo del agua. La isla y su gran cantidad de patrimonio de todas las épocas me cautivaron.
Desde entonces, cada año he estado haciendo la carta subacuática de Menorca, y en 2018 excavé y documenté el yacimiento subacuático de Calescoves. Ese mismo año también conocí a mi pareja, y desde entonces llevo tres años viviendo y trabajando en Menorca.
Desde 2018 hago los trabajos de documentación 3D de yacimientos y materiales arqueológicos de la isla, lo que ha hecho que investigara sobre la historia y la prehistoria de Menorca para poder hacer bien mi trabajo. Creo que tengo mucha suerte, ya que mi especialidad no está ligada a un período concreto de la historia y, por tanto, cada proyecto me da la oportunidad de conocer un momento diferente de la historia de la isla. Tanto puedo estar en la cueva de Sa Mola excavando y documentando en 3D los vasos de fondo alto, como reconstruyendo la vida de los soldados británicos de la torre de defensa costera de Sanitja.
Dado que la investigación arqueológica implica la destrucción de los niveles que se van encontrando, es muy importante la documentación. Aquí es donde entra su trabajo. ¿Cómo es el proceso de documentación de un yacimiento?
Las técnicas de documentación de un yacimiento arqueológico han ido evolucionando. Se empezó documentando los yacimientos con el dibujo arqueológico de campo con papel milimetrado y pluma. Más tarde se incorporó la fotografía, que se democratizó con la llegada de la fotografía digital. Actualmente, con las nuevas tecnologías aplicadas al patrimonio se ha dado un paso más y tenemos la documentación 3D o virtualización del patrimonio. Esta técnica permite no sólo tener una serie de fotografías, plantas y secciones, sino que nos deja poder volver al momento documentado y pasear virtualmente por todas las fases de la excavación arqueológica.
Mientras excavamos un yacimiento, mi trabajo es ir documentando en 3D cada una de las capas y los niveles de la excavación con el mayor detalle posible, para después, con el ordenador, poder generar un modelo 3D que nos permita volver virtualmente a la capa documentada y tener el máximo de información de ese momento histórico. Estos modelos 3D sirven tanto ahora a los que estamos estudiando los yacimientos, como en un futuro, cuando se quiera acceder al trabajo realizado. Los arqueólogos del futuro podrán ver y andar virtualmente por los yacimientos talayóticos tal y como los vemos nosotros hoy en día.
¿Cuál es el objetivo final de su trabajo?
Si tuviera que buscar un solo objetivo, diría que es preservar el patrimonio con la máxima información posible para el futuro. Pero esto es simplificar mucho, puesto que la documentación 3D sirve tanto para la investigación, el estudio y la preservación del patrimonio, como para la divulgación y difusión. El hecho de poder acercar a todo el mundo los yacimientos y el patrimonio, algo que normalmente sólo pueden ver los arqueólogos y restauradores, mediante recorridos virtuales me parece un objetivo muy social.
Además, con la impresión 3D, todo lo que se documenta, ya sean monumentos u objetos, puede ser replicado en resina. Por ejemplo, los objetos de madera prehistórica de las cuevas de Es Mussol y del Càrritx, un material altamente sensible y delicado, los documenté en 3D y los imprimí en resina para que el Museo de Menorca y el Museo Municipal de Ciutadella tuvieran unas réplicas exactas, que pueden tocarse sin peligro de degradar el material original.
¿En cuántos yacimientos ha trabajado durante estos años en Menorca?
He tenido la suerte de trabajar en yacimientos terrestres y subacuáticos de diferentes etapas históricas por toda la isla, pero sobre todo he trabajado en yacimientos de la prehistoria menorquina. Como he comentado antes, he hecho la documentación de los objetos de madera de las cuevas de Es Mussol y del Càrritx; también la documentación del poblado costero de Cala Morell con sus navetas de habitación; la documentación de alta precisión de la sala hipóstila del Galliner de Madona; los pecios de Binissafúller y Calescoves; los cientos de vasos de fondo alto de la cueva de sa Mola en Alaior; y el impresionante poblado fortificado de Son Catlar.
También he documentado la Menorca medieval con la ocupación andalusí del poblado talayótico de Torre d'en Galmés y el alcázar islámico bajo el actual Ayuntamiento de Ciutadella. De finales de época moderna, he documentado las torres inglesas de defensa costera de Sanitja y Rambla. Pero todavía quedan muchos yacimientos y monumentos que tengo ganas de documentar en 3D en Menorca.
¿Qué nos falta por explorar del patrimonio subacuático de Menorca?
El patrimonio subacuático de Menorca es inmenso y está ligado a la protección y conservación del fondo marino. Conocemos muchos yacimientos subacuáticos en toda la costa menorquina, pero seguro que todavía hay muchos más que permanecen en las profundidades, enterrados. Los temporales y cambios de corrientes marinas a veces pueden destapar algún yacimiento subacuático que no forma parte de la carta arqueológica subacuática. Cuando un yacimiento subacuático se descubre de forma natural, vamos a documentarlo, y si está en peligro de destrucción o expolio actuaremos para protegerlo.
Uno de sus últimos trabajos es la documentación 3D del Galliner de Madona. ¿Cuáles son las aportaciones más importantes?
El Galliner de Madona es una sala hipóstila impresionante. Las columnas mediterráneas y su techo de losas en forma de estrella son una construcción realmente única. El problema es que parte del techo de losas estaba en peligro de colapso y debía apuntalarse. Para saber cómo era el monumento antes de apuntalarlo, y para poder planificar futuras intervenciones de restauración y realizar un control del deterioro, se decidió documentarlo en 3D de alta precisión; es decir, utilizando un gran número de fotografías y obteniendo un modelo 3D final de muchos millones de polígonos. Cada una de las piedras que forman parte del monumento están documentadas con precisión milimétrica, y conocemos su posición exacta en el momento de la documentación. Aprovechando el modelo 3D, lo rebajé de polígonos y rendericé la visita virtual para que todo el mundo lo pueda visitar y entender cómo es por dentro y por fuera.
Y ya para terminar, ¿cuáles son los próximos proyectos que tiene sobre la mesa?
Aún tienen que salir a la luz algunos proyectos que ya he terminado, de los cuales todavía no puedo decir nada, y por otra parte estoy a punto de empezar otros proyectos de documentación 3D y divulgación de la historia de Menorca, que tampoco puedo comentar pero tengo muchas ganas de empezar. De lo que más ganas tengo es de no parar de aprender sobre la historia de Menorca, documentar el presente y acercar el patrimonio a todo el mundo.