Cecília Ligero, restauradora menorquina, es la presidenta de Amics del Museu de Menorca desde 2016, y forma parte de su equipo arqueológico desde 2015, participando en las campañas de excavaciones de Torre d'en Galmés y Torralba d'en Salort, Junto al arqueólogo Carlos de Salort, es impulsora del concurso Becatalaiotica, un proyecto cultural con el espíritu de promover la candidatura de Menorca Talayótica a Patrimonio Mundial de la UNESCO entre nuevos públicos.
- ¿Qué le empujó a dedicarse a la restauración y conservación del patrimonio?
Venía del ámbito de las artes plásticas y siempre me había interesado mucho la arqueología, la historia, la historia del arte… Cursar los estudios de conservación-restauración me permitía juntar muchas de las cosas que eran de mi interés en ese momento, y que lo siguen siendo hoy en día. Así, sin dejar de lado la parte manual, ni la creativa, y profundizando en conocimientos en el ámbito científico e histórico, me involucré con esta formación para aprender a preservar el patrimonio.
Me he especializado en el ámbito arqueológico, tanto en intervenciones de material (cerámica, vidrio, metal, piedra…) como en intervenciones de estructuras in situ. También disfruto mucho con la vertiente divulgadora, para dar a conocer el patrimonio y los trabajos de conservación o recuperación de bienes. Como la tarea de proteger el patrimonio es global, es importante que todo el mundo colabore en su preservación. Y, el primer paso para conservarlo es tomar conciencia, y esto se adquiere con conocimiento. Con la divulgación cultural, se da a conocer: cuando conoces, entiendes y cuando entiendes, amas, cuidas, valoras…
- Hace ya seis años que preside Amics del Museu de Menorca, ¿qué papel tiene esta asociación en relación a la candidatura?
Las principales tareas de Amics del Museu de Menorca son la investigación y divulgación cultural sobre la historia, prehistoria, arte y patrimonio de Menorca. El objetivo es colaborar en el estudio y difusión de la cultura menorquina. Gran parte de los trabajos que lleva a cabo la asociación se centran en la cultura talayótica, por lo que tanto directa como indirectamente se contribuye y apoya la candidatura.
La asociación es una plataforma de oportunidades, o un medio para ejecutar proyectos enriquecedores para la isla a nivel cultural, que implica en todos los casos la participación o aproximación a la población. Es un tejido de personas, de trabajos interdisciplinares y de profesionales de diversos ámbitos, de colaboraciones, de voluntariado… en definitiva, de ciudadanos que valoran, trabajan y velan por el patrimonio menorquín.
- ¿Y qué actividades relacionadas con Menorca Talayótica tienen previstas en los próximos meses y para 2023?
Tenemos en marcha la sexta edición de Becatalaiotica: un certamen dirigido a jóvenes estudiantes, con el objetivo de ejecutar varios eventos o peformances, aprovechando un espacio relacionado con Menorca Talayótica. Actualmente, el certamen se encuentra en la fase final, en la que cinco estudiantes llegan a Menorca y ejecutan su idea en un yacimiento ante un público que valorará cada una de las propuestas. La mejor propuesta - según el público asistente - será recompensada con una beca de estudios de 2.000 €.
El equipo arqueológico de Amics del Museu continúa su proyecto de investigación de espacios domésticos talayóticos o del período talayótico final en Torre d'en Galmés (con más de veinte años de experiencia en el ámbito). Los trabajos de campo de la campaña arqueológica de este año ya han finalizado y está previsto que se reanuden el próximo verano.
Este año, además, se ha iniciado una nueva investigación arqueológica en Torralba d'en Salort. En este caso, en un edificio postmedieval, con el objetivo de excavar las estructuras y restituir todo lo posible para consolidarlo y adecuarlo para la visita durante los próximos años. Y, además de los trabajos terrestres, también se trabaja bajo el mar, continuando un año más con el estudio de la carta arqueológica subacuática de Menorca.
Amics del Museu ha colaborado en la ideación y coordinación de las visitas del programa del Consell Insular y GOB Menorca "Som Talaiòtics?" de este 2022. Un programa en el que cada mes se organiza una excursión a pie a varios yacimientos, acompañada de una explicación arqueológica. Este año también se ha añadido una cata de algo de interés, relacionado con la cultura histórica, artística o gastronómica de Menorca, fomentando así el producto local y de proximidad, las iniciativas de los colectivos o empresas de Menorca que trabajan en ámbito, etc.
Hasta la pandemia se habían ejecutado cinco años de jornadas de voluntariado para la limpieza y desbroce de Torre d'en Galmés. Se ha solicitado reanudar este proyecto, que ha quedado pausado, el próximo año. En este caso han sido las mismas personas voluntarias, que tantos años habían participado en la actividad, quienes han insistido en que se reanude.
Además, la asociación, conjuntamente con Menorca Tir de Fona, cuenta con el grupo de recreación histórica de los honderos talayóticos: una recreación que se ha ejecutado en varias ocasiones en Menorca y fuera de la isla (por ejemplo, con motivo del Día del Turismo o en el festival romano de recreación histórica Tarraco Viva), y que se pretende repetir en próximas ocasiones. Aparte de estos proyectos, Amics del Museu de Menorca participa cada año en jornadas y congresos de investigación o divulgación, organizando o participando en visitas guiadas, etc.
- Usted forma parte de una nueva hornada de jóvenes profesionales que se dedican al estudio y conservación del patrimonio histórico menorquín. ¿Qué es lo que le atrae más del estudio de la cultura talayótica?
Me gusta imaginar cómo era Menorca o cómo fue en épocas anteriores a la actual. De las más recientes tenemos información directa, fotografías, obras artísticas plásticas, documentos, fuentes orales… En cambio, de las más antiguas no tenemos esta información sino que tenemos otra, una diferente: los restos megalíticos que tan bien se conservan y se integran en el paisaje menorquín. Tenemos restos físicos, que además son monumentales. Pero aunque sean enormes, no es suficiente con esto. Necesitamos más información, datos para poder interpretar y para saber con más certeza cómo eran y cómo vivían estas personas que hoy llamamos “talayóticas”. Por este motivo es tan importante la labor de investigación arqueológica y la didáctica del patrimonio.
Y cada año somos más los equipos de investigación que velan por sacar nuevos datos que nos permitan entender y darle forma a nuestro imaginario. Y de esto se trata. Creo que una de las cosas que más me atrae es que, aunque poco a poco, se van completando los vacíos y se va actualizando la perspectiva. Me parece satisfactorio saber que hay inquietud, motivación y voluntad de continuar estudiando, y, por tanto, de seguir sacando nueva información. Que en general exista apoyo o, mejor dicho, que se estima que cada vez haya más apoyo por parte de entidades públicas. Me atrae poder colaborar en la tarea de seguir completando las piezas de este rompecabezas.
- Como comentaba antes, es una de las responsables de las tareas de conservación y restauración de los proyectos arqueológicos de Amics en Torre d'en Galmés y Torralba. ¿En qué punto se encuentran estos dos proyectos y cuál es su importancia para Menorca Talayótica?
Torre d’en Galmés, una gran referencia como poblado talayótico, conserva muchas estructuras que relacionamos con el ámbito doméstico: casas, o círculos. Amics del Museu hace unos años que excava uno de estos edificios situado a los pies de uno de los talayots del poblado y todavía quedan algunas campañas para poder completarlo. No será hasta el final de estas campañas de trabajo arqueológico in situ cuando se podrá intentar restituir los muros, consolidarlos, o levantar bloques desplazados o cualquier otra intervención que sirva para adecuar el espacio para su preservación y para permitir su visita de forma segura.
Hasta ahora se ha ejecutado alguna intervención puntual de consolidación de muros que no eran suficientemente estables, para asegurar su integridad a tiempo y la seguridad personal del equipo de arqueólogos y arqueólogas que trabajan debajo, pero se tendrá que esperar a las próximas campañas para poder realizar cualquier otra intervención.
En cuanto a los trabajos de laboratorio, durante y después de cada intervención, Francesc Isbert y yo, como codirectores del proyecto de conservación-restauración, recibimos los materiales y aplicamos el tratamiento necesario con el objetivo de realizar las mínimas intervenciones (siempre reversibles) garantizando su conservación preventiva.
Por otra parte, en el proyecto de intervención en el edificio postmedieval de Torralba d'en Salort, en el ámbito de conservación-restauración, por el momento se ha apuntalado un muro de esquina para asegurar su estabilidad durante los trabajos arqueológicos. Durante las próximas campañas, una vez se avance con las excavaciones en el interior del edificio y en torno a este muro, se podrán ejecutar las tareas necesarias para consolidar y estabilizarlo sin necesidad de apuntalarlo.
Se prevé que, una vez estén más avanzados los trabajos arqueológicos in situ, se puedan levantar muros, recolocar elementos desplazados (siempre que se tenga suficiente información de su emplazamiento original), y consolidar la estructura para habilitarla para la visita, asegurando su preservación. En el laboratorio nos han llegado los materiales arqueológicos de esta primera campaña (cerámicas especialmente), que se han intervenido según la necesidad de cada objeto o fragmento. En ambos proyectos, llevar a cabo estas tareas arqueológicas y de conservación-restauración es fundamental para mantener el yacimiento y su estudio, de cara al conocimiento, preservación y divulgación de Menorca Talayótica.
- Usted es una de las impulsoras de Becatalaiotica. ¿Cómo surgió este proyecto cultural?
Becatalaiotica surgió de la motivación para ejecutar nuevos proyectos (originales) desde Amics del Museu de Menorca, y de la necesidad de cubrir la falta de programación de actividades respecto a Menorca Talayótica que había en ese momento para llegar al sector joven de la población. Con el apoyo del Consell Insular, se hizo posible una forma diferente de visitar los yacimientos desde otros puntos de vista, más allá de lo arqueológico; conocer el patrimonio desde otra perspectiva, dando así una oportunidad a un ámbito más extenso de la población, de una manera más inclusiva. Con la idea de que el patrimonio no pertenezca sólo al ámbito cultural, sino que toda la población pueda encontrar diversas maneras de aproximarse a él y disfrutarlo.
Becatalaiotica ha servido - y sirve-, para divulgar Menorca Talayótica dentro y fuera de la isla, ya que el concurso está abierto a estudiantes de todo el Estado. Es una forma de mostrar que la gente joven puede tener aptitud para crear, ejecutar y transmitir. Una plataforma para animar a la gente joven a creer y demostrar sus capacidades, aprendiendo a charlar en público, coordinar tareas y personas o empatizar con públicos de diferentes edades. Los impulsores del certamen éramos bastante jóvenes cuando lo creamos (25 y 21 años), por lo que supongo que de una u otra manera podíamos entender el punto en que se encontraban la mayoría de participantes, factor importante a la hora de difundir o explicar el concurso. Nos era cercano y esto hizo que fuera cercano para el público al que iba - y todavía va - dirigido.
- ¿Cree que todavía existe un cierto desconocimiento sobre la importancia del patrimonio talayótico entre los jóvenes menorquines? ¿Qué cree que podría mejorarse para fomentar su interés?
Sí, pienso que existe cierto desconocimiento sobre la importancia del patrimonio talayótico entre los jóvenes menorquines, pero no sólo entre los jóvenes, sino en todos los sectores de la población. Sin embargo, considero que cada vez se está haciendo más trabajo de divulgación para educar en la importancia de la preservación del patrimonio. En el ámbito educativo, por ejemplo, por partir de la base: tanto en escuelas de infantil, primaria o en institutos de educación secundaria, la Menorca Talayótica poco a poco está más presente.
Aún así, no se puede pretender que a todo el mundo le interese la cultura, o en el caso de Menorca, la cultura talayótica y su legado. La población es muy variada, tanto en aficiones o curiosidades como en edad. Que poco a poco se vayan realizando más acciones para dar valor al patrimonio y su protección, lo hace más fácil. Llegar a todo el mundo no es -ni será- una tarea sencilla, pero sí debe ser un objetivo para seguir trabajando en este sentido.
Por un lado, pienso que no se puede hacer llegar el valor de esta cultura a todos por igual. Para ello es relevante el trabajo entre diversas disciplinas y entidades. El estudio, conocimiento y divulgación de la cultura talayótica hoy en día toca muchos ámbitos, por lo que deben aprovecharse. No a todo el mundo le interesan las visitas guiadas, así como tampoco interesa a todos la gastronomía, los deportes, las artes plásticas, etc. Pero creo que es enriquecedor que cualquier ámbito pueda trabajar con la cultura talayótica, porque de esta manera, cada vez más gente podrá encontrar la forma de interactuar con el patrimonio. Y, por poco que sea, ya lo estará valorando y, por tanto, colaborará directa o indirectamente en la preservación de los bienes.
Hoy en día - seguramente impensable hace unos años -, hay muchas actividades en diferentes ámbitos, no exclusivamente el patrimonial, que se relacionan de alguna forma con la cultura talayótica: la cerveza local talayótica, los moldes de pastissets con forma de sa Naveta des Tudons o el concurso de repostería talayótica son algunos ejemplos. También carreras deportivas con recorridos que incluyen yacimientos, conciertos musicales de luna llena frente a monumentos arqueológicos, actividades didácticas en el museo y en la calle, concursos o exposiciones de artes plásticas y/o visuales sobre Menorca Talayótica, entre otros.
Para fomentar su interés, creo que Menorca Talayótica, y por tanto todas las personas y entidades que trabajan con ella, debe estar abierta a continuar colaborando con estos ámbitos y también a experimentar y explorar otros nuevos.