Joaquim Pons Machado es licenciado en Historia por la Universidad de Barcelona y doctor en Arqueología Prehistórica por la Universidad Autónoma de Barcelona con la tesis “Caracterización del espacio del hábitat protohistórico de la isla de Menorca: las casas de planta circular talayóticas”. Con una extensa carrera de investigador sobre el terreno, entre otros, ha dirigido y coordinado los campos de trabajo arqueológico de la Associació Amics del Museu de Menorca en el yacimiento de Torrre d'en Galmés (Alaior), entidad de la que es el secretario desde 2005.
Desde el año 2019 hasta principios de 2023 ha sido el técnico de Menorca Talayótica en el Consell Insular de Menorca, siendo uno de los máximos responsables del nuevo expediente de la candidatura que recientemente ha recibido el aval de ICOMOS.
¿Cómo nació su interés por la arqueología?
Por el círculo familiar. Mi padre nos llevaba de pequeños a pasear por Menorca y uno de los sitios que solíamos visitar eran los yacimientos arqueológicos. Esto despertó el interés por la arqueología tanto de mi hermano, Octavi Pons, como la mía. Y para acabar de redondear el panorama, mi mujer, Carmen Lara, también es arqueóloga. Por tanto, ha sido un interés que ha llegado por varios lados y en diferentes momentos lo que me han llevado a dedicarme a la arqueología.
¿Y qué le hizo decantar por el estudio de la cultura talayótica?
La proximidad, al ser la cultura prehistórica que existe en la isla. A pesar de haber vivido unos años en Cataluña y haber participado en algunos proyectos por allí, siempre mantuve un vínculo con mi trabajo en Menorca y cuando fue hora de plantear tanto el trabajo de tercer ciclo como la tesis doctoral no tuve duda de que serían sobre Menorca. Así, mi tesina fue sobre la excavación que hicimos con Amics del Museu de Menorca en Talatí de Dalt y la tesis doctoral fue sobre las casas talayóticas de planta circular, estructuras que estuvimos excavando en Torre d'en Galmés.
En su trayectoria como investigador, ¿cuáles son los proyectos que más le han marcado?
Sin duda, los dos que te he comentado hace un momento. Aunque ya había participado en alguna otra excavación antes, como la del talayot de Trebalúger, la excavación de Talatí de Dalt fue muy importante para mí, ya que fue la primera vez que participé en una excavación programada y en todo el trabajo asociado a ella. Además, la última campaña que desarrollamos allí supuso la primera dirección de una excavación arqueológica. Con todo el trabajo posterior pudimos hacer una pequeña exposición en el Museu de Menorca, publicar el libro de la excavación (junto con Gustau Juan) y a mí me sirvió para hacer el trabajo de tercer ciclo del Máster en Arqueología Prehistórica.
El otro proyecto fue la excavación de los círculos talayóticos de Torre d'en Galmés que hicimos con la Associació de Amics del Museu de Menorca. Pudimos excavar dos casas y también un par de patios delanteros, y todo este trabajo me sirvió de base para poder sacar adelante la tesis doctoral sobre las casas del talayótico final.
¿Y cuáles de los proyectos que están ahora en marcha despiertan más su interés?
Se me hace difícil decantarme por uno concreto, ya que creo que estamos ante un momento muy interesante en la arqueología de Menorca. Por la continuidad con el trabajo que hice, el proyecto de Amics del Museu en la zona norte de Torre d'en Galmés me parece muy interesante ya que se busca documentar el hábitat del talayótico inicial. Pero también todo el trabajo de Boston University con la documentación de la ocupación islámica está aportando mucha información sobre cómo se desarrolla y organiza ese uso.
Otros proyectos a destacar son el de Cornia Nou y Sant Agustí, con toda la información que están aportando sobre el inicio del mundo talayótico, las navetas de Cala Morell con la documentación del hábitat naviforme, sa Mitja Lluna sobre la minería prehistórica, el estudio de las taulas con la excavación de Sa Cudia Cremada... Como comentaba, es un momento muy interesante y con muchas líneas abiertas que seguro aportarán mucha información para mejorar el conocimiento sobre la prehistoria de Menorca.
Tanto por su trabajo como arqueólogo como por su papel como técnico de Menorca Talayótica, su trayectoria ha estado muy ligada a la candidatura. Ahora que ya hay luz verde por parte de ICOMOS, ¿qué balance hace de esta etapa?
Es un balance muy positivo, tanto a nivel personal como profesional. El hecho de poder trabajar en un proyecto como Menorca Talayótica, con el objetivo de conseguir su inscripción en la Lista de Patrimonio Mundial, es un privilegio. Es una ocasión única, ya que muy difícilmente se volverá a presentar ningún otro bien patrimonial de Menorca en la UNESCO.
Desde el punto de vista personal, ha sido otro proyecto clave, junto a los dos de los que ya hemos comentado. Como te decía, es un privilegio haber podido trabajar en la candidatura y poder hacerlo con toda la gente que ha participado. El trabajo con una persona como Cipriano Marín ha sido un lujo del que he podido aprender mucho. Pero también ha sido un privilegio poder trabajar con mucha gente que se ha implicado en el proyecto. La lista es muy larga, como puede verse en los agradecimientos del expediente, y a muchos los habéis ido entrevistando antes que a mí en esta sección de Protagonistas.
Por tanto, estoy muy satisfecho de esta etapa ya que se ha conseguido el objetivo principal, que es la inscripción de Menorca Talayótica en la Lista de Patrimonio Mundial, y estoy muy contento por todo lo que me ha aportado a nivel personal .
Teniendo en cuenta que sois un actor importante en la elaboración de este nuevo expediente, ¿cómo fue todo el proceso de reconstrucción del relato de la candidatura?
Fue un proceso complejo. En un primer momento, cabe destacar el trabajo realizado por Antoni Ferrer, en ese momento director insular de Cultura y Patrimonio, junto con la incorporación de Cipriano Marín en el rol de coordinador. Ellos hicieron la propuesta inicial de los componentes de Menorca Talayótica.
Yo me incorporé al proyecto en mayo de 2019, cuando se puso sobre la mesa esta propuesta inicial. A partir de ese momento se empezó el trabajo de discusión con los colaboradores de la candidatura para ir ajustando esta propuesta a unos criterios que fueran más reales y que pudieran ser asumidos por ICOMOS y UNESCO. El trabajo fue intenso, ya que intentar combinar patrimonio y paisaje, como se pidió en el informe de ICOMOS de 2017, no fue fácil. Pero, por suerte, contamos con el apoyo de grandes colaboradores que nos ayudaron en este proceso para ligar el discurso y el planteamiento que puede verse en el expediente de Menorca Talayótica.
A pesar de ser claramente positivo, en el informe de ICOMOS también se señalan algunas recomendaciones a implementar. ¿Cuáles cree que deben ser las prioridades de ahora en adelante?
Como ya ha repetido el conseller de Cultura Miquel Àngel Maria en las presentaciones que hicimos del documental de Menorca Talayótica, la inscripción en la Lista de Patrimonio Mundial no supone el final del camino. Todo lo contrario, no es más que un punto y aparte y el trabajo real con Menorca Talayótica comienza ahora. Encima de la mesa hemos puesto los instrumentos, la Agencia Menorca Talayótica y su plan de gestión, para que a partir de ahora se empiecen a desarrollar.
Una de las prioridades que tenemos es el desarrollo de los contratos de custodia del patrimonio. Es una de las herramientas clave del plan de gestión y a través de la cual la Agencia Menorca Talayótica debe establecer el marco de relación con los propietarios y gestores de los bienes incluidos en la declaración de Patrimonio Mundial. También el monitoreo del bien es un punto muy importante. UNESCO pide de forma periódica informes del estado de los bienes patrimonio mundial, por lo que debe crearse la estructura de recogida de información para cumplir con estas peticiones.
Y debemos tener claro que la inscripción de Menorca Talayótica en la Lista de Patrimonio Mundial es un compromiso de futuro. Es el compromiso que adquiere Menorca con el resto del mundo, con el que se compromete a conservar su patrimonio prehistórico para que pueda transmitirse a las generaciones futuras, como mínimo, en el mismo estado en que se encuentra a día de hoy. Y en la medida de lo posible, a mejorarlo y a ampliar su conocimiento.
La Agencia Menorca Talayótica es clave en el futuro de la candidatura, más allá de la probable nominación como patrimonio mundial. ¿Qué papel debe desempeñar?
Su papel es clave. Ya he mencionado en la pregunta anterior algunos de los retos que tiene de antemano. Pero como puede verse en el plan de gestión, van mucho más allá de las pocas cosas que yo he dicho. El papel de la agencia será fundamental, puesto que es el organismo que debe desarrollar este documento, que no es más que su hoja de ruta para el futuro.
Por tanto, la Agencia, bajo la dirección de Antoni Ferrer, tiene por delante el reto de desarrollar este plan de gestión para que Menorca Talayótica pueda ser un instrumento real y útil. El patrimonio arqueológico de Menorca es impresionante, tanto por cantidad como por calidad, y Menorca Talayótica debe ser su embajadora ante el mundo a través de esta declaración de Patrimonio Mundial.
Hay un sector de gente interesada en el patrimonio cultural y que está atenta a la UNESCO y a su lista, por lo que Menorca será tenida más en cuenta como destino cultural. Así, el papel de la agencia, entre otros aspectos, será que las expectativas creadas se vean recompensadas cuando estos visitantes vengan a Menorca. Pero también debe trabajarse en la implicación de la población local. Esto tiene que ver tanto con el conocimiento que pueda tener la gente de la isla sobre el patrimonio mundial, que va a repercutir en su respeto y conservación, como en las posibilidades que se abren en relación con la industria cultural.
Bien, podríamos seguir, porque como comentaba creo que el papel de la agencia es fundamental de cara al futuro y esperamos que pueda desarrollarse con plenitud para alcanzar los objetivos marcados en el plan de gestión.