Los trabajos de recuperación han permitido identificar una puerta monumental desconocida y cerámica tardo-romana del siglo VI

El Consell Insular de Menorca, a través de la Agencia Menorca Talayótica, ha llevado a cabo durante el mes de mayo una importante intervención de conservación y restauración en varios tramos de la muralla del poblado talayótico de Son Catlar, uno de los yacimientos más emblemáticos del patrimonio arqueológico menorquín, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO.

Con un presupuesto total de 48.285,05 € (IVA incluido), adjudicado mediante oferta pública, los trabajos han sido ejecutados por la empresa especializada Catarqueòlegs SL, bajo la dirección de Bernat Burgaya, Margalida Munar y Cristina Bravo.

La intervención ha tenido como objetivos principales restituir a su posición original las piedras desplazadas o caídas, estabilizar los tramos estructuralmente más vulnerables y detener el proceso de degradación causado principalmente por la vegetación invasiva, especialmente los grandes acebuches. En este sentido, se ha actuado de forma manual con apoyo mecánico puntual para mover bloques de hasta 5 toneladas. Por otro lado, ha sido necesario extraer los tocones de los acebuches y matas que tiempo atrás habían crecido sobre la muralla. Esta extracción ha sido posible gracias a los trabajos de mantenimiento realizados durante las últimas décadas, que han permitido ir eliminando dichas cepas. La actuación por parte del equipo de restauración se ha llevado a cabo en 12 tramos de la muralla, que en total suman unos 80 metros lineales.

Uno de los puntos clave ha sido la restauración de las zonas de muralla afectadas que presentan espacios vacíos en su interior (casamatas). Estas estructuras se encontraban en una situación poco estable por la pérdida de soporte lateral, y su consolidación garantizará su conservación y comprensión funcional.

Una puerta monumental y un cuenco cerámico del siglo VI
Durante la intervención, se han producido dos hallazgos de gran interés. El primero, la identificación de una puerta monumental en el sector suroeste de la muralla. Esta entrada ya había sido dibujada en el siglo XIX por Émile Cartailhac, pero su localización exacta y estructura no se habían confirmado hasta ahora. Las dimensiones actuales apuntan a una monumentalidad inédita: 2,4 metros de altura, 3 metros de anchura y un pasadizo interior de 3,4 metros que podría tener una configuración en zigzag.

También se ha recuperado un cuenco cerámico datado en el siglo VI d.C., en buen estado de conservación, que aporta nuevos datos sobre el uso del recinto en época tardo-romana. La pieza se encuentra actualmente en proceso de restauración.

Joan Pons Torres, conseller de Cultura, Educación, Juventud y Deportes del Consell Insular de Menorca, ha destacado que “esta actuación sobre Son Catlar contribuirá a poner en valor la importancia histórica del yacimiento, con el objetivo de conseguir, dentro de unos años, que este poblado sea un espacio de referencia para aquellos visitantes que quieran conocer la Menorca Talayótica, al igual que lo es ahora, por ejemplo, Torre d’en Galmés.”

La muralla de Son Catlar, de casi 900 metros de longitud, es única en Menorca por su construcción con grandes losas verticales de piedra, conformando una poderosa estructura defensiva de la Edad del Hierro. A pesar de su buen estado general, el paso del tiempo había provocado desprendimientos y desequilibrios estructurales que han requerido actuaciones de conservación para evitar la degradación del conjunto.