El pasado 30 de agosto concluyó la campaña de excavaciones en Sa Mitja Lluna, marcando un importante hito en la investigación arqueológica de este yacimiento minero prehistórico. Esta campaña, que se desarrolló entre el 13 y el 30 de agosto de 2024, es la primera del segundo
proyecto quinquenal liderado por el grupo ArqueoUIB en colaboración con la Universidad de Sevilla.
Bajo la codirección de María Calderón, Bartomeu Llull, Laura Perelló y Mark Hunt, y con el apoyo económico del Consell Insular de Menorca, se ha dado continuidad a un proyecto que comenzó en 2010 y que sigue proporcionando nuevas informaciones sobre este yacmiento único.
Una de las novedades de esta campaña ha sido la utilización de tecnología avanzada para la prospección del terreno. El pasado 7 de agosto, se realizó un
estudio con georradar en las dos zonas principales de explotación. Este método no invasivo es fundamental para localizar cavidades, rellenos y otros rastros de actividad minera sin necesidad de alterar el subsuelo. Bajo la supervisión del Dr. Cornelius Meyer, especialista en Geofísica y Arqueología, se ha llevado a cabo este análisis, que permitirá tomar decisiones más informadas sobre futuras intervenciones en el yacimiento.
En cuanto a los hallazgos materiales, la campaña de 2024 ha sido especialmente fructífera. Entre los descubrimientos destacan
herramientas líticas utilizadas como mazas y morteros para la extracción y procesamiento de minerales, junto con
fragmentos de cerámica que se alinean con las dataciones de C14 y restos de madera carbonizados. Estos hallazgos no solo amplían la comprensión de la tecnología minera utilizada en Sa Mitja Lluna, sino que también aportan información clave sobre la vida cotidiana de quienes trabajaban en este lugar hace milenios.
Las excavaciones en el sector sur del yacimiento se han priorizado en las últimas campañas, y los resultados están siendo reveladores. Bajo las escombreras de mina, se ha descubierto una trinchera orientada de oeste a este, siguiendo la veta de mineral. Aunque las dimensiones exactas de esta trinchera aún están por determinar, todo indica que los trabajos en esta zona fueron más significativos de lo que se había pensado inicialmente. Además, se han encontrado más restos cerámicos en el sur que en el norte, lo que sugiere la realización de otras actividades como cocinar o almacenar agua a pie de mina.
Una de las peculiaridades más destacadas de esta zona es la abundancia de herramientas líticas, especialmente grandes mazas de minero, algunas de ellas superan los 20 kg. Estas herramientas, fabricadas con rocas locales, presentan diversas tipologías y marcas de uso que nos indican sus múltiples funciones en el proceso de extracción y selección del mineral. La diversidad y complejidad de estas herramientas sugieren un sistema de trabajo organizado y especializado, que sin duda será objeto de futuros estudios más detallados.
En conclusión, los avances realizados en la campaña de 2024 confirman que las dimensiones y la importancia de los trabajos mineros en la zona sur de Sa Mitja Lluna son comparables, si no superiores, a las del sector norte. Estos descubrimientos no solo enriquecen nuestro conocimiento sobre la minería prehistórica en Menorca, sino que también abren nuevas líneas de investigación para futuras campañas. Con cada excavación, nos acercamos un poco más a desentrañar la vida y el trabajo de las gentes que habitaron este enclave único.
Un yacimiento patrimonio mundial
Sa Mitja Lluna es una mina de cobre explotada durante la Edad del Bronce (1700-900 a. C.) y destaca como el único yacimiento de minería prehistórica documentado en las Islas Baleares. Ubicada en la Illa d’en Colom, al este de Menorca, esta mina se integra en el Parque de S'Albufera des Grau y es parte del Componente 9 de la Menorca Talayótica, declarada Patrimonio Mundial de la UNESCO en 2023.
Las excavaciones han revelado que Sa Mitja Lluna fue un centro de extracción de cobre desde 1700 a.C. hasta 900 a.C., sin evidencia de explotación posterior. Su excelente estado de conservación se debe a su menor interés económico en épocas posteriores. Aunque no fue la principal fuente de cobre del archipiélago, representa un ejemplo único de la tecnología minera prehistórica en Menorca, crucial para comprender la cadena técnica operativa de la época.