La cueva de Es Pas es una necrópolis que fue utilizada por una comunidad del Bronce final (1200-800 aC). Ubicada en una pared inaccesible del barranco de Trebalúger, fue descubierta en 2005 de manera casual por un grupo de espeleólogos que descubrieron maderas trabajadas y cráneos con pelo.
Se trata de uno de los hallazgos más importantes de los últimos tiempos debido a la extraordinaria preservación de los materiales localizados que, por su propia naturaleza, son de inusual conservación.
Horario: ---
Precio: ---
Visitable: No
Acceso: La cueva no es visitable i se encuentra cerrada al público
Aparcamiento: No habilitado
Visitas guiadas: No
Contacto:
Servicios: No
Acceso a personas con movilidad reducida: No
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Más información: La cueva fue excavada por un equipo de investigadores de la Universidad de Barcelona, la Universidad de las Islas Baleares y del Consell Insular de Menorca y permitió constatar la existencia de una variante en los rituales funerarios del talayótico inicial.
La aparición de restos humanos, en una cantidad cercana a los setenta, se hizo excepcional al poder identificar elementos como musculatura, meninges, coprolitos, pulmones, heces y pelo, materiales que en condiciones normales no se documentan en los yacimientos de esta zona del Mediterráneo y que se conservaron gracias al microclima de la cueva.
Las analíticas, que un amplio equipo de investigadores han ido haciendo sobre estos restos en la última década, han permitido llegar a la certeza de saber cómo fueron enterrados todos los muertos. Aparecen en posición fetal a causa de haber sido envueltos en unos sudarios de piel animal y atados con cuerdas de esparto, elementos recuperados por primera vez en esta excavación. También sabemos de la preparación de los cadáveres, del tratamiento de los cabellos con sustancias colorantes y aceites, los depósitos florales en el interior de los fardos, de su forma de transporte hasta la cueva, en camillas de madera recuperadas aquí por primera vez, o del ADN.
Todo ello conforma un conjunto de elementos arqueológicos de gran importancia para conocer en detalle los rituales de enterramiento de una sociedad del Bronce final que vivió en la zona occidental de la isla de Menorca a finales del segundo milenio ya principios del primer a.C.